Tiene todo el sentido del mundo
que queramos buscar información antes de tomar decisiones. Sobre todo si se
trata de algo que tiene tantos mitos y fantasmas alrededor, como aprender otro
idioma. Queremos que nos salga bien, no que sea un fracaso y una frustración
o decepción.
La gente varía. Quien escribió lo
que leíste es diferente a ti. Quien dijo lo que escuchaste tiene una visión del
mundo muy distinta a la tuya. Y aun si la dificultad de ciertas lenguas fuera
objetivamente comprobable (no lo es del todo), hay un factor que estas personas
que opinan están dejando de lado: LA PASIÓN.
Si comienzas a aprender hebreo y
te empiezas a enamorar del hebreo y solo quieres hablar, pensar y comer en
hebreo, ¿crees que te va a importar que sea complejo? Quizá terminas
dominándolo sin entender exactamente de dónde surgió la idea de que era
difícil.
Si lo odias, el hebreo va a convertirse en la lengua
más difícil del mundo para ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario